martes, 18 de junio de 2013

Las cañas.

Al igual que los clarinetes, los saxofones usan una única caña o lengüeta. Sin
embargo, éstas son generalmente más anchas y más cortas que las del clarinete.
Habitualmente, las lengüetas están fabricadas con caña común, pero desde el siglo
XX también se han fabricado cañas de fibra de vidrio. Estas cañas son más duraderas
pero generalmente se considera que tienen una menor calidad tonal. El tamaño de la
caña también depende del tipo de saxofón (alto, tenor, barítono, bajo, contrabajo
etc.) al que está destinada. (En la imagen inferior se muestran las partes de una caña).
Las cañas distribuidas comercialmente dependen de una gran serie de marcas,
estilos y durezas. Cada saxofonista experimenta con cañas de dureza y material
diferente para encontrar la adecuada a su boquilla, embocadura y estilo de
interpretación. La dureza se mide habitualmente usando una escala numérica que va
del 1 al 4 (con grados intermedios), siendo la 4 la más dura y 1 la más blanda (excepto
en el saxofón barítono cuya numeración llega al 5). Normalmente a los principiantes
se les recomienda la central; ésta es la caña de 2 1/2. (En la imagen inferior se muestra
un esquema sobre la clasificación de las cañas dependiendo del fabricante).
Las cañas son muy permeables es decir tienen la capacidad de absorber y
desprenderse rápidamente del agua. Para un mejor funcionamiento las cañas deben
humedecerse, principalmente cuando estas son nuevas. Una práctica común es
sumergirlas en agua por algunos minutos y luego dejarlas sobre un vidrio liso para que
al perder la humedad la base de la caña se mantenga perfectamente lisa. Luego de
unos días de uso la caña mantendrá un porcentaje de humedad suficiente en su
interior lo que hará prescindible este trabajo previo de humedecer en agua. También
hay músicos que recomiendan introducirse la caña por algunos minutos dentro de la
boca antes de utilizarlas.
Las cañas mas duras son mas difíciles de hacer vibrar que las mas blandas. Es
por esto que a los principiantes se nos recomienda partir con una caña blanda. Una
caña de determinado número (nº2 por ejemplo), será más fácil de hacer vibrar con una
boquilla cerrada que con una abierta. Es por esto que la combinación boquilla abierta
caña blanda y boquilla cerrada caña dura es la más común. Por esto es que los
principiantes empiecen con boquillas cerradas. Una caña mas dura, una vez dominada
(porque al principio siempre es fuerte el cambio) tiene ciertas ventajas respecto a una
mas blanda. Se tiene un mayor control de la vibración de la caña. Se pueden ejecutar
con mayor facilidad las notas sobreagudas y graves.


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