miércoles, 19 de junio de 2013

El saxofón en el Jazz

La importancia que ha tenido el jazz y el saxofón dentro de esta música, en la cultura occidental del siglo XX es incalculable. Ambos se encuentran presentes en la pintura, en la literatura y como no en el cine, además de en otras artes. A continuación un dato anecdótico pero muy significativo: en el número 39 de la revista de CD’s de música clásica "AUDIOCLÁSICA" realizan un "ranking" de los 100 mejores instrumentistas del siglo XX. En esta clasificación, dominada por pianistas y violinistas, únicamente aparece un saxofonista: CHARLIE PARKER, uno de los jazzistas más importantes de toda la historia. El otro jazzista que también aparece en dicho ranking es el trompetista MILES DAVIS, genial músico que saltó al escenario del Jazz a mediados de los 40 en Nueva York de la mano del mencionado Parker. Hablar del saxofón en el jazz es hablar de los saxofonistas en el jazz. Éstos son muchos, pero no son tantos los que han hecho historia marcando el camino por donde evolucionaría el saxofón y la propia música de jazz a lo largo del siglo XX. Sólo unos pocos han llegado a lo más alto y han sido el ejemplo a seguir por todos los demás. A continuación, hablaremos de los saxofonistas más importantes y representativos de los diferentes estilos en un aproximado orden cronológico, puesto que muchos de ellos fueron contemporáneos o bien pasaron de un estilo a otro, en algunos casos forzando ellos mismos la propia evolución del jazz. El saxofón se introdujo en el Jazz alrededor de 1918. En un primer momento los músicos fueron reticentes a adoptarlo, pero pocos años más tarde coincidiendo con la locura del saxofón ("sax craze") de los años 20, el instrumento se ganó un puesto en la primera línea del jazz en el que ha permanecido hasta nuestros días. Para hacerse una idea de la magnitud del hecho en los años 20, decir que el saxofón llegó a estar impuesto en los estudios de grabación por las casas de discos y en las orquestas de baile por los propietarios de las salas. En esta época y en la ciudad donde surgió el jazz, Nueva Orleans, encontramos al primer saxofonista de renombre: Sydney Bechet. Junto con Louis Armostrong y Jelly Roll Morton, forman el triunvirato del Jazz de Nueva Orleans. Sydney Bechet tocaba el clarinete, instrumento que reemplazó por el saxofón soprano que adquirió en Londres durante una gira alrededor de 1921-22. Sydney tocaba con un vibrato rápido, un sonido penetrante y un fraseo convencional, dentro del estilo caracterizado por melodías sencillas e improvisación colectiva. La aparición de las séptimas en la melodía y en la armonía, no era tan usual como lo sería en años posteriores siendo más habituales los acordes tríadas. Los ritmos eran muy sincopados
Efectos del saxofóm / Grow

Este fue originalmente uno de los efectos mas utilizado del saxofon en el mundo. Aparte del hecho de que es ahora una de las principales características distintivas del rock y del blues, se utiliza también en el jazz. El Grow o gruñido se hace cantando o tarareando una nota al mismo tiempo. Esta nota no es necesariamente la misma nota que se ejecuta. La nota ideal para
cantar puede variar, puede ser una nota de la armonía o la misma nota ligeramente fuera de tono. La mejor manera de practicar este juego es una nota, luego tararear alguna vieja nota en la parte posterior de su garganta. Alterar el tono hasta que la interferencia con el saxofón crea un buen gruñido, luego ir lentamente arriba y abajo de la escala cromática con la posibilidad de hacer lo mismo en cada nota.

Bending

 Bending en el saxofón implica generalmente a partir de la nota en el tono correcto, flexionar hacia abajo o iniciar en un tono menor y flexionar hacia arriba la nota. (Esto es lo contrario de la guitarra, que se dobla de una nota de tono hacia arriba o hacia abajo en el tono). Esta es una técnica que lleva bastante tiempo para dominar. Supone disminución de la mandíbula que aumenta la brecha entre la caña y la punta de la boquilla. Con el fin de mantener el flujo de aire en consonancia usted necesita un fuerte diafragma para hacerlo.


                                                                        Carcajada

Esto es muy fácil, especialmente si ya ha aprendido a ejecutar el Bending. Es entonces sólo cuestión de hacer que cada nota se curve ligeramente y el desempeño de una serie de notas que simulan una risa.


Fluttertongue.

Este efecto ha estado en uso durante muchos años. Se trata de hacer vibrar la lengua mientras sopla una nota; la idea es que la lengua juegue en la boca con el paladar como si se quisiera pronunciar la letra “R”.







Saxofón de bambú

Aunque desde inicio es valido mencionar que los Saxofones de bambú no fueron considerados saxofones de verdad, es bueno compartir y disfrutar de la historia y evoluciones que éste hermoso instrumento de viento ha sufrido. En el siglo XX se crearon los Saxofones de bambú, los cuales fueron diseñados y construidos para tocar música tradicional, éstas no utilizaban llaves y eran sumamente ligeras en comparación a las tradicionales. Los Saxofones de bambú eran construidas por fabricantes de Jamaica, Chile, Hawái, Argentina e indonesia. Para los suramericanos el Saxofón de bambú era conocido como saxofón andino, esto debido a su gran parecido a los instrumentos andinos. El instrumento de origen Hawaiano llamado Xaphoon es una comercialización del saxofón de bambú, muy popular en dicha región y uno de los principales objetos de recuerdos que los turistas adquieren. William Walker mayor representante en la construcción de Saxofones de bambú cuenta que actualmente existen grupos de saxofonistas que utilizan éste instrumentos de vientos para sus presentaciones. No cabe la menor duda que a pesar que son simples copias de la versión original, el saxofón de bambú es un instrumento musical muy ingenioso, que nos recuerda la pasión por el Saxo simplemente no tiene límites.


Saxofón soprillo

El saxofón soprillo o saxofón sopranissimo es el más pequeño de la familia del saxofón. Está afinado en Si♭, una octava más aguda que el saxofón soprano. Debido a su pequeño tamaño, la llave de la octava superior está situada en la boquilla. Es difícil construir un instrumento tan pequeño, y sólo recientemente han sido fabricados verdaderos saxofones sopranissimos. El soprillo es de 30,48 cm de longitud, 33,02 cm con la boquilla. Debido a su pequeño tamaño y que requiere una pequeña y centrada embocadura, es difícil interpretar un soprillo, sobre todo en su registro agudo.


Saxofón sopranino 

El saxofón sopranino es un saxofón en Mi♭. Utilizado casi exclusivamente en las bandas y con poca frecuencia. Carece de tudel, y por tanto la boquilla se incrusta directamente en el cuerpo del instrumento. Se podría decir que se asemeja en la talla a un requinto (clarinete en Mi ♭). Respecto a la sonoridad es muy aguda y penetrante si se compara con la calidez que acompaña el timbre del saxofón alto. El sopranino es uno de los miembros más pequeños de la familia de saxofones; afinado en Mi bemol, como el saxofón alto, pero sonando una octava más aguda. Debido a su pequeño tamaño, no suelen fabricarse curvos como otros saxofones, aunque la casa Orsi sí los hace. El saxofón sopranino tuvo una de sus primeras oportunidades para destacar en el trabajo orquestal del Bolero de Maurice Ravel, quién hizo un uso notable de él. Actualmente, en la música clásica contemporánea hay intérpretes destacados del sopranino, como Daniel Kientzy. También, fuera de la música clásica, lo usan improvisadores como Anthony Braxton, Roscoe Mitchell, y  Joseph Jarman.

Vinny Golia.
Saxofón barítono 

El saxofón barítono es un instrumento musical, afinado en Mi♭. Es el saxofón con el registro más grave entre los saxofones más comunes, aunque existen saxofones más graves que este, y es una octava más grave que el saxofón alto. El saxofón barítono es utilizado en bandas sinfónicas, en el jazz, y en ocasiones en orquestas sinfónicas, posee un volumen fuerte ya que su estructura física es grande, el saxofón barítono a diferencia de los demás saxofones, puede bajar hasta un La, pero la mayoría de los saxofones barítonos antiguos no pueden. Se dice que si se saben utilizar correctamente los armónicos en el saxofón barítono puede llegar a alcanzar hasta los agudos de un saxofón soprano. El uso más habitual de este instrumento es en las bandas, militares y civiles, y en el jazz, donde ha tenido cultores que han sabido utilizarlo como vehículo de sus improvisaciones.



Saxofón tenor

El saxofón tenor está afinado en Si♭. En comparación con el saxofón alto, tiene una calidad y suavidad de sus graves (en el alto, los graves son muy ásperos), aunque no destaca en los agudos, ya que son más difíciles de dominar que en el saxofón alto, y además son demasiado penetrantes. Al contrario que los saxofones soprano y alto, un tenor normalmente no alcanza al sol sobreagudo (se suele contener en el fa # y si se es un buen intérprete), y aunque los tenores modernos podrían llegar incluso al sol #, su ejecución es muy arriesgada, incluso en manos de saxofonistas experimentados. Originalmente fue un instrumento para banda de música militar, diseñado específicamente como tal, al igual que con el saxofón alto, es en el jazz donde más extendido está el uso del saxofón tenor. Aunque no fue el primer saxofón usado por un músico de jazz (el clarinetista Sidney Bechet estaba usando el saxofón soprano a comienzos de la década de 1920 ), es con Coleman Hawkins que el saxofón tenor empieza a ser usado como instrumento para solistas. Hawkins será seguido por Ben Webster y Lester Young, quienes inspirarán a John Coltrane, quien se convertirá en el saxofonista tenor mas reconocido.


Saxofón alto 

Es el saxofón más habitual y recomendado, ya que por su peso, embocadura y posición de las llaves hace que sea el saxofón mas cómodo de tocar, lo que también hace que sea el saxofón ideal para principiantes y estudiantes, ya sean niños o adultos. Está afinado en Mi♭y su tesitura va desde un Si♭hasta aun Fa# sobreagudo, pudiendo ampliarse su registro grave hasta un La tapando media campana, y su registro agudo hasta un Do sobreagudo gracias a los armónicos, pero no cualquiera puede hacer esto, ya que esta técnica es muy complicado y requiere mucho estudio y un buen control sobre el instrumento, por lo que solo saxofonistas profesionales y experimentados pueden llegar hasta tal tesitura. Su registro es una octava mayor que el saxofón barítono y una octava menor que el sopranino. Hablar de saxofón alto es hablar de Jazz; es ahí donde este instrumento se hizo popular. Hay un gran número de figuras en la historia del jazz que han utilizado el saxo alto: Johnny Hodges, Charlie Parker, Cannonball Adderley. Aunque no solo es usado en la música Jazz, también participa eventualmente en orquestas sinfónicas, bien como solista o como un instrumento más en la orquesta.


Saxofón soprano

Por poseer una caña más pequeña que muchos de los otros saxofones exige una mayor presión de aire para que vibre y por lo tanto para que suene, y exige también un mayor control de la embocadura ya que un pequeño cambio produce una variación de afinación y sonido. Por su dificultad no es recomendado para iniciarse en el estudio del saxofón.El registro del saxofón soprano es una octava más alta que el saxofón tenor y una más baja que el soprillo. Tiene una tesitura desde el Si♭hasta el Fa♯ hasta el Sol, dependiendo de su construcción. Los modelos anteriores a 1900 suelen acabar en Fa. La construcción habitual de los sopranos modernos es de instrumentos que empiezan en Si♭ (sonando como un La♭) y acabando en su mayoría en Fa♯ (sonando como un Mi). Sin embargo, hay algunos sopranos de gama alta que empiezan en Si♭ y acaban incluso en Sol (sonando como un Fa) dándole mayor amplitud. Normalmente, los sopranos de alta gama de Yamaha poseen dicha llave. En el soprano moderno es posible alcanzar el Sol sobreagudo, pero habría que alcanzarlo mediante armónicos si no se poseyese esa llave alternativa, técnica bastante difícil. Además, no deja
oportunidad para los trinos.  Su construcción es bastante más crítica que la de los saxofones de un rango más bajo, pues un pequeño desplazamiento en la ubicación de sus hoyos significará una gran variación en afinación.


El cuerpo

El cuerpo del saxofón es la parte más grande de éste y en él se encuentran la mayoría de las llaves, maquinaría, muelles y tornillos. A él se ajusta el tudel, tiene forma cónica y consta de entre veintidós y veintitrés llaves dependiendo del modelo de saxofón, de las cuales doce o trece se hacen funcionar con los dedos y falanges de la mano derecha y diez u once con los dedos y falanges de la mano izquierda. Por lo general, son el saxofón alto y el tenor los que tienen veintidós llaves, mientras que el soprano y el barítono son los que tienen una llave adicional, en el caso del barítono una que baja un semitono a su nota más grave, y en el caso del soprano que subo un semitono a su nota más aguda. El cuerpo del saxofón, como hemos dicho anteriormente, tiene forma cónica, y se dobla hacia arriba, dándole la forma tan característica del saxofón. Esta curva hacia arriba se llama codo y separa la parte “central”, en el que se encuentra todos los mecanismos de llaves y muelles de la campana, que acaba con un ligero doblez biselado para una mejor proyección del sonido. En la siguiente imagen se muestra la doigté del saxofón. La doigté es el nombre que reciben todas las llaves del saxofón y con que dedo o parte del dedo que debe ser pulsada la llave.


martes, 18 de junio de 2013

El tudel.

Después de la boquilla, el tudel se puede considerar el segundo elemento del saxofón. Transmite la presión de aire ejercida sobre la caña y la boquilla dirigiéndola hacia el tubo principal del saxofón. Es una pieza de gran influencia sobre el instrumento, hasta tal punto que un mal tudel puede convertir un buen instrumento en un instrumento fatigado y mediocre.
De igual manera que una boquilla necesita una determinada numeración de cañas para su óptima emisión, el saxofón necesita un tudel acorde con su diseño. No es recomendable el intercambio entre tudeles de diferentes modelos de saxofones porque son elementos trabajados y concebidos para que el sonido sea homogéneo, profundo y característico del tipo y modelo de nuestro instrumento. Pero a veces ocurre que, por nuestra forma de la embocadura o de dirigir el aire, un cambio de tudel hacia otro diseño nos beneficie. Es cuestión personal y de realizar las pruebas necesarias para contrastar las cualidades sonoras. El saxofón alto, tenor, barítono y algunos modelos de sopranos tienen tudeles curvados. El diseño es origen de los estudios que realizó Adolphe Sax en los que descubrió que un tubo curvado funcionaba acústicamente diferente a un tubo recto, especialmente cuando esa curva poseía un radio pequeño. Este descubrimiento fue una de sus patentes más importantes. El radio de la curva influye en la inercia y la columna de aire, así como un tudel curvado es como si tuviera una longitud mayor. Es de tanta importancia el diseño del tudel que ha sido objeto de estudio por muchos constructores a lo largo de la historia del saxofón. Hay opiniones diversas sobre el comportamiento del tudel. Una de las más destacadas es la que defiende que el comportamiento del tudel varía sobre la afinación y los armónicos según las irregularidades producidas por pequeños golpes en las diferentes partes del cono. Actualmente podemos ver que se está generalizando el uso de tudeles macizos de plata, que con una composición del 99.9 % de este material, así como los bañados en oro. Son tudeles de un coste superior a los de latón pero que aportan una sonoridad muy determinada, siendo decisión preferida por muchos saxofonistas profesionales. El macizo de plata mantiene la oscuridad del sonido pero
por la nobleza del material crea una proyección excelente y una homogeneidad sonora en todos los registros. El bañado en oro, da cuerpo al sonido ya que los primeros armónicos están más presentes. Esta característica, a diferencia con el de plata, no quiere decir un sonido oscuro, sino un sonido redondo, bien determinado.


La abrazadera.

La abrazadera es el accesorio que hace que la caña se quede fijada en la boquilla. Hay mucha gente que dice que la abrazadera no altera en nada al sonido y es una parte poco importante, llegando hasta tal punto de haber saxofonistas que usen presillas de plástico para tal fin, pero al igual que al cambiar una boquilla o la caña, podremos conseguir un sonido totalmente distinto con una abrazadera u otra. Hay varios tipos de abrazaderas, las hay metálicas, de tela y de cuero. Las de cuero en un principio se creyeron que eran mejores, ya que sujetaba la caña perfectamente dándole la suficiente libertad para una buena vibración, pero se ha demostrado que las abrazaderas de cuero, sea cual sea el tipo de sujeción que use, con el tiempo, se van estirando y deformando, lo que hace que llegue un momento en el
que la caña no queda bien sujeta y no se pueda ajustar más. Luego están las de tela, que son muy parecidas a las de cuero, pero mucho más duraderas y menos propensas a deformarse. Por otro lado tenemos las metálicas, de las que hay varios tipos. Por un lado está la más simple y tradicional, a la par de barata, que tiene una sujeción óptima, pero son bastante flexibles, por lo que es muy probable que se deformen a penas aplicando fuerza, y una vez que esta abrazadera se doble ya no es posible volver a lograr su estado original. También están las nuevas e innovadoras abrazaderas Francois Louis, son unas abrazaderas metálicas nada convencionales y de aspecto extraño, pero que nada tiene que envidiar a una abrazadera tradicional. Este tipo de abrazaderas no hacen tanta presión sobre la boquilla debido a su construcción pero tiene una amplia chapa metálica en su parte inferior que hace que la sujeción a la caña sea mayor. Además, hay otros modelos de abrazaderas metálicas inspiradas en las abrazaderas tradicionales, pero muchos más resistentes y con una superficie mucho mayor que hace que se adapte mejor a la boquilla y sujete bien la caña. Además, cabe decir que hay muchos modelos de abrazaderas, como las de cuero, las Francois Louis, las de tela o estas últimas mencionadas que mejoran a las tradicionales, que en su parte inferior pueden tener distintos mecanismos de sujeción a la caña, haciendo que el sonido sea más oscuro o brillante. Además de estas abrazaderas, que a excepción de las Francouis Louis son las más tradicionales hay otros tipos de abrazaderas nuevas que aunque todavía presentan varios defectos van en auge y buscan una manera de solucionar esas pequeñas imperfecciones. En primer lugar cabria destacar las abrazaderas hechas de cuerda. Es un largo cordón que se enrolla a la boquilla abrazando el talón de la caña completamente. El lado positivo es que al ser de cordón no sujeta a la caña con demasiada fuerza dándole total libertad para vibrar, el problema es que son demasiado anchas por lo que hacen que su ventaja sea inapreciable, ya que sujetan casi con totalidad el talón de la caña, haciendo que no tenga demasiada soltura.


El compensador.

El compensador es una pequeña goma que se pega a la parte superior de la boquilla para que el instrumentista no se haga daño en los dientes ni se les resbalen. Hay dos tipos de
compensadores, los hay de un plástico negro y otros transparentes, los primeros son muchos más resbaladizos que los transparentes que son muchos más ásperos. Además de por el material los compensadores se clasificas según su anchura, que van desde el 0,1 cm al 1 cm.
También dependiendo del tipo de saxofón que utilicemos también tendremos que buscar un compensador de una talla u otra.




Las cañas.

Al igual que los clarinetes, los saxofones usan una única caña o lengüeta. Sin
embargo, éstas son generalmente más anchas y más cortas que las del clarinete.
Habitualmente, las lengüetas están fabricadas con caña común, pero desde el siglo
XX también se han fabricado cañas de fibra de vidrio. Estas cañas son más duraderas
pero generalmente se considera que tienen una menor calidad tonal. El tamaño de la
caña también depende del tipo de saxofón (alto, tenor, barítono, bajo, contrabajo
etc.) al que está destinada. (En la imagen inferior se muestran las partes de una caña).
Las cañas distribuidas comercialmente dependen de una gran serie de marcas,
estilos y durezas. Cada saxofonista experimenta con cañas de dureza y material
diferente para encontrar la adecuada a su boquilla, embocadura y estilo de
interpretación. La dureza se mide habitualmente usando una escala numérica que va
del 1 al 4 (con grados intermedios), siendo la 4 la más dura y 1 la más blanda (excepto
en el saxofón barítono cuya numeración llega al 5). Normalmente a los principiantes
se les recomienda la central; ésta es la caña de 2 1/2. (En la imagen inferior se muestra
un esquema sobre la clasificación de las cañas dependiendo del fabricante).
Las cañas son muy permeables es decir tienen la capacidad de absorber y
desprenderse rápidamente del agua. Para un mejor funcionamiento las cañas deben
humedecerse, principalmente cuando estas son nuevas. Una práctica común es
sumergirlas en agua por algunos minutos y luego dejarlas sobre un vidrio liso para que
al perder la humedad la base de la caña se mantenga perfectamente lisa. Luego de
unos días de uso la caña mantendrá un porcentaje de humedad suficiente en su
interior lo que hará prescindible este trabajo previo de humedecer en agua. También
hay músicos que recomiendan introducirse la caña por algunos minutos dentro de la
boca antes de utilizarlas.
Las cañas mas duras son mas difíciles de hacer vibrar que las mas blandas. Es
por esto que a los principiantes se nos recomienda partir con una caña blanda. Una
caña de determinado número (nº2 por ejemplo), será más fácil de hacer vibrar con una
boquilla cerrada que con una abierta. Es por esto que la combinación boquilla abierta
caña blanda y boquilla cerrada caña dura es la más común. Por esto es que los
principiantes empiecen con boquillas cerradas. Una caña mas dura, una vez dominada
(porque al principio siempre es fuerte el cambio) tiene ciertas ventajas respecto a una
mas blanda. Se tiene un mayor control de la vibración de la caña. Se pueden ejecutar
con mayor facilidad las notas sobreagudas y graves.


La boquilla.

 El saxofón usa una boquilla con una sola caña similar a la del clarinete.es mayor la del saxofón y posee una cámara interior hueca redonda o cuadrada y esmás amplia que la del clarinete. La boquilla del saxofón también carece de la ensambladura cubierta por corcho que tiene la boquilla del clarinete porque el tudel del saxofón se inserta directamente en la boquilla mientras que esa parte de la boquilla del clarinete es insertada en la parte superior instrumento. La diferencia más importante entre una boquilla de saxofón y una boquilla de clarinete es que la boquilla de saxofón debería entrar en la boca en un ángulo mucho más inferior o plano que la del clarinete. Las boquillas con una cámara cóncava son las más cercanas al diseño original de Adolphe Sax y funcionan muy bien en la interpretación clásica, ya que producen un sonido más suave o menos desgarrador. Por el contrario, en el jazz y la música popular los saxofonistas tocan a menudo con cañas normalmente flojas y con boquillas abiertas. Están adecuadas de manera que el bafle, o "techo", de la misma esté más cercano a la caña. Por esa razón se crea un flujo de aire más rápido. Esto produce un sonido más claro que acorta fácilmente las distancias existentes en una big band o entre instrumentos amplificados. Aunque las aberturas grandes, y el sonido resultante, están comúnmente
asociadas con las boquillas metálicas, cualquier boquilla puede tener una. De esta manera se permite una mayor flexibilidad en la afinación, dando cabida a efectos como el bending, común en el jazz y el rock. Los intérpretes clásicos por lo general suelen optar por cañas más duras y por una boquilla con una abertura estrecha y una cámara más baja, produciendo un sonido más oscuro y estable (y más aviolinado).
Las boquillas están fabricadas en una amplia variedad de materiales, las hay tanto metálicas como no metálicas. Las boquillas no metálicas son normalmente de ebonita, de plástico o de caucho duro, a veces de madera, y raras veces de cristal, de porcelana e incluso hueso. A las boquillas de metal algunos le atribuyen un sonido distintivo, descrito a menudo como "más brillante" que las no metálicas. Algunos músicos creen que las de plástico no producen un buen timbre. Otros saxofonistas, como el profesor Larry Teal, afirman que el material tiene poca repercusión en el sonido, si es que tiene alguna, y que son las dimensiones físicas las que le dan a la boquilla su color tímbrico. (En la parte inferior esquema de las partes de una boquilla).




lunes, 17 de junio de 2013

La técnica para tocar el saxofón es subjetiva y está basada en el estilo de música que se pretenda tocar (clásica, jazz, rock, ska, funk, etc.) además del sonido que el músico tenga idealizado y pretenda alcanzar. El diseño del saxofón permite una increíble variedad de producción tonal y el sonido ideal y las llaves para producirlo son temas que alimentan acalorados debates.


La embocadura.


En la embocadura típica, la boquilla no se introduce más de la mitad en la boca del intérprete. El labio inferior envuelve de manera suave los dientes, haciendo que ésta descanse sobre el labio y no rompa la caña y es mantenida firme con una ligera presión de los dientes superiores que hacen una ligera presión en la boquilla, a veces se almohadilla con una fina cinta de caucho conocida como compensador, cojinete o almohadilla para morder para evitar que los dientes se resbalen sobre la boquilla. El labio superior se cierra circundando la boquilla para crear un cierre hermético y los filos de la boca se mantienen firmes y estáticos. Hay que tomar en cuenta que la presión sólo debe ser evitando el movimiento de la boquilla ya que al aplicar mucha fuerza, el labio inferior se lacera con los dientes.
Es de gran importancia la situación de la garganta para obtener un sonido completo además de rapidez produciendo las notas. Debe permanecer abierta y relajada. Esta apertura y relajación debería continuar constante a lo largo de todo el registro del saxofón y en especial con el registro grave. El registro completo del instrumento debe tocarse sin cambiar la embocadura, aunque es normal su movimiento ya que es un movimiento natural y en algunos casos se necesita mover la lengua hacia atrás para hacer que el sonido baje un poco de tono.